La fugitiva 1




Llovía sin parar. El río se vino encima silbando, lamió y anegó la isla. Y yo esperaba solo en la tierra que se hundía con mi carga de mazorcas de maíz. De la sombra de la otra ribera venía una barca guiada por una mujer. Le grité:
-¡Ven por mí, que me traga el agua hambrienta! ¡Llévate la cosecha de mi año!
Vino y me quitó hasta el último grano. Yo le supliqué que me llevara a mí, pero me dijo: -"no puedo". La barca estaba cargada con mi regalo,, y no quedaba sitio para mí.


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